Hugo Emilio Ocanto

*** El escritor *** - (Relato) - - Autora: María - En la voz de Hugo Emilio Ocanto - - Grabado -

En mitad de la nada, había una  gran casa,

era extraña, parecía un fantasma, nadie se acercaba,

en venta hacía tiempo estaba, decían se encienden luces,

se escuchan ruídos,y las noches se llenan de misterios y miedos.

 

Un día pasó por allí un jóven escritor, al ver la casa,

inmediatamente se enamoró y decidió comprarla,

pensó; podré escribir tranquilo, nada sabrá donde vivo,

saldrán mis novelas con mucho estilo, el ambiente es propicio.

 

La compró y se instaló empezando sus novelas,

al intentar escribir sus manos quedaban agarrotadas en el teclado,

se asustó mucho, este agarrotamiento es extraño,

soy muy joven aún para tenerlo tan intenso.

 

Se levantó para salir al exterior a tomar aire puro,

al entrar en la casa se ahogaba, no lo entiendo, decía:

¿Que me pasa?

 

Un aire helado le dio en la cara y escuchó un voz;

era una voz de ultratumba que le dijo;  Soy un fantasma,

el dueño de esta casa, hasta ahora deshabitada,

tú eres un osado intruso, veté o acabarás muerto,

como les ha pasado a los que se han atrevido a romper mi sosiego.

 

El joven dijo; No creo en fantasmas, sal y da la cara,

serás un \'\'ocupa\'\' que nadie sabrá que a escondido ahí vives,

de entre las sombras apareció una luz intensa y fantasmal,

y una gran carcajada retumbó por la estancia, y le dijo ¿no me crees?

 

Pues vendrás conmigo, serás mi compañero eterno,

y dicho y hecho, el escritor desapareció, y por las noches,

desde el pueblo, todos vislumbraban luces intensas,

y un fuerte tecleo se escuchaba por todas partes,

alguién escribía algo en la máquina, pero no habia manos,

ni dedos ni teclado, solo luces de fuego, ruidos en las noches,

que hasta los murciélagos huían despavoridos, y la casona aún sigue en pie,

nadie se atreve a subir, nadie se acerca, los fantasmas siguen encendiendo luces,

los ruídos creciendo, la máquina sigue tecleando en las noches de verano y de invierno...

 

 

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