Hoy por hoy mi presente son montones de arcilla,
Salen de la gravera, fueron la base de los ladrillos.
Creceré como el miedo, barco sin quilla,
Sonarán mis lamentos, puros aullidos.
Y mi sangre ya es páramo seco,
Destruyeron la llave al encerrarme,
No esperar las mañanas es destrozarme,
No se puede vivir siempre del eco.
El amor se escapó en una esquina,
Y la paz lo siguió, sin duda alguna,
Me olvide de mirar la dulce Luna,
Nada sabe a normal, todo es inquina.
Paco José González