La felicidad es abstracta, un estado mental,
una abstracción de la realidad puntual,
un momento donde tú, él, yo mismo...
podemos ser felices ajenos de la realidad.
No significa escapar de las obligaciones,
más si poder en un determinado momento,
silenciarlas, y estimular la mente positiva,
hacia el acto feliz de ese momento presente.
Fenómeno que se obtiene por abstracción,
¿Cómo sería un día perfecto, que haríamos?
resulta sencillo al menos en nuestra mente,
reducir todo a lo simple lo sencillo, interno.
Reducir la visión futura centrarnos en ¡Ahora!
aislar nuestros pensamientos y observar,
el ascenso del vapor del café en la mañana,
interpretar la música que escuchamos.
Mirar como sin ver, reflejar en el consciente
nuestro subconsciente, ver con el alma,
o simplemente sentir nuestro corazón,
sentir como rítmicamente infla el pecho.
¡Ese, abstracto momento es la felicidad!
Una conversación amena, una cena...
lo que nos hace feliz no se debe reñir
por la posesión, es abstracto.