Aquí he llegado yo, nadie me empujó,
bebí agua cuando tuve sed y me fui
de las cosas que me dolían, como el granito
gris de lo que me rodeaba...
Y no importa dicha o angustia, importa respirar,
Ahora tengo un dolor porque me falta ver el horizonte,
pero antes me dolía tener el horizonte tan encima.
Somos porque somos, y nadie puede cambiar
el color de mis nubes, habrá otras nubes,
existirán otras tardes y otros goces,
pero yo nunca sabré de ellos...no serán.
He visto por mis ojos, he sufrido por mis heridas
y las heridas ,que siento mías, solo, nada hunde
si ya no nos hundimos ... individuos en soledad.
Cuanto quebranto, pero así ha sido siempre,
impunes homínidos con pito y pandereta,
y todo es de color...
Paco José González