El era un muchacho tímido y educado,
ella era segura de su gran belleza,
el nunca pensó en ella más que en un sueño,
ella se reía de sus suspiros de amor.
Pero empezó a escribirla bellas cartas anónimas,
yo vi alguna, era y son preciosas,
son auténticas, genuinas y sentidas,
ella empezó a imaginarse de quien eran.
Ella después de un duro desengaño,
me comentó, tu amigo, ¿ Porque nunca me habla?,
es muy guapo, y parece simpático,
yo a él se lo dije, pero no sé lo creyó.
El siguió escribiéndola cartas anónimas,
cada vez más, el la besaba más con sus palabras,
ella le gustaba y le gusta la poesía,
siempre había estado con almas más profanas.
Así que ella un día, se le acercó,
el no hablaba, solo mostraba suspiros de amor,
ella que es muy inteligente lo entendió,
así que ella por carta le escribió.
Empezaron una relación escrita poética,
el poco a poco empezó a creerselo,
ella un dia se le acercó y le dio la mano,
a ella con él se la ve segura y tranquila y a él se le ve en la gloria.
Para él , eso me dice, ella siempre se ve bella,
y ella con él se ve segura,
porque aunque es muy bella, el mira su alma,
no sólo la apariencia, sino la sinergia de la belleza interna y externa.