Me he dado encuenta de que ya no me miras,
Ya no te preocupa escuchar mi voz para poder dormir,
Ver mi rostro y sentir mis manos frías,
O el simple roce de mis labios cálidos sobre tu boca pronunciando un buenas noches,
Cuando guardo la mi palma de mi mano sobre tu mano, ya no te mueves,
No te interesa que este de puntitas para darte un beso,
O que te escriba esta estúpida poesía,
Posiblemente te perdiste en otros ojos,
Unos que crees que miran bonito,
Y eso duele.
¿Pero y yo ?
Aún guardo tu lugar derecho de la cama,
Aún recuerdo nuestro primer beso,
Pienso a veces como necesitabas de mi cuerpo, cuando te aferrabas a mi,
Cuando me querías,
Cuando podía mirarte feo y aún sabía que nos amabamos durante ese casi pecaminoso silencio,
Pero no siento tu pulso suspirar cuando caminas,
Amor, tengo miedo
Prometi no usar tu nombre de pila,
Mientras tú prometiste amarme cada mañana,
Un poquito más cada día,
Mi vida se torno triste y posiblemente es mi culpa, pero si tú ausencia se convierte en castigo,
Lloraré de por vida,
No podría vivir sin ti,
Hasta solo pensarlo me lastima,
Siento el dolor tenue de tu cuerpo besar otra anatomía,
Cariño, soy tuya todavía
Y escribí está desesperada poesía, esperando que aún día la leas,
Amor de mi vida.