Por Mario Luis ALTUZAR SUÁREZ
A los reprimidos cubanos, nicaragüenses y venezolanos
Supura la herida milenaria
Pinchada por la inconsciencia
Insensible del avaricioso
Arrogante de la burla constante
Que se solaza del dolor agónico
En el secuestrado con la retórica
De esperanza incumplida
Condenándole a la muerte
La que es la más lenta y dolorosa
¡Morir por hambre!
Bajo los huesos de carne deshidratada
Expoliada hasta el final
Sin que pueda romperse la cadena
Esos eslabones esclavizadores
Cegado en el Siglo de la Oscuridad
Aquí, en la codificación del pensamiento
Templado en el adoctrinamiento
Con la exacerbación de la propaganda
De una muerte necesaria para la Patria
Ese símbolo mediático en que se esconde
Un cobarde dictador que fue endiosado
Olvidándose de su simple mortalidad
Incapaz de pagar tantos muertos
Los resignados indefensos que caen
Al supurar la herida milenaria
De una Nación, de un pueblo
Sacrificado en el ara dictatorial
De los ladrones de vidas, de sueños
Unos miserables con píes de barro
Autoflagelados en la victimización
Tan falsa como la criminalización
De los pinchados por la inconsciencia
Psicópata de los Todopoderosos
Miserables condenados
Al basurero de la historia
Tuxtla Gutiérrez, 13 de noviembre de 2021