Hoy la muerte ronda mi casa
una batalla que no se agota entre
las luces radiantes que traspasan nubes,
que despiertan cielos azules,
que mantienen la luz del día.
Hoy la muerte ronda mi casa,
pero mi casa está vacía,
dicen que adentro de afligía un hombre
con sus tristezas sabor amargo,
con su mirada perdida, concentrado en mantener
la mente vacía.
Dicen... porque nadie lo ha visto,
ahora vaga entre los escombros
de lo que un día fue su casa,
de lo que algún tiempo atrás sería su sueño,
su alegría.
y fugaz como una estrella en el cielo,
trató de encontrarla en el horizonte,
pero miró y miró hacia el lugar equivocado,
tantas pero tantas veces, que hoy solo navega,
como un barco errante, por un gran mar salado.
Esperando algún día, su barco se pudriere,
su madera se consumiere y entre olas,
grandes olas de ilusiones, su vida se apagase,
como quiso y no pudiere.