En tus ojos, el sol, esta mañana
ha dejado el mensaje de la vida.
Te levantas y aún medio dormida
has sentido su luz en tu ventana.
Has salido a la calle, tan ufana,
y caminas alegre y decidida
y saludas feliz y agradecida
a la gente del barrio, tan cercana.
Y es que tú, bella diosa de la noche,
que naciste sin luz en la mirada,
te abrazaste a la vida sin reproche.
Y al mirar tu carita iluminada
repartiendo sonrisas con derroche,
creer que existe Dios, no cuesta nada.
Claudio Batisti