Ben-.

Cántico navideño-.

Tu cuerpo vibraba

escalas de amor dosificadas

sueños de porvenir machacados

triste tierra estéril

que deja abandonados cristales

y orugas silentes.

Crujía tu cuerpo, bujía ardiente,

sobre los tejados, la certeza

del fin de los argumentos racionales.

Tu cuerpo insistente, cual enorme

sapo danzante, bajo la lluvia

delgada del mediodía, practicaba

la sangre, esfera diluida entre silbos.

Oh camiones arrasados bajo la tempestad

diurna, tu sangre dinamitada

por las canciones del alegre festival.

Natalicio concluido, qué espera

de frío sobre el agua y un pedestal.

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