Te veo caminar con tus pasos apresurados entre el gentío,
tu mirada siempre ausente, distante…
Es entonces cuando me acerco,
me miras y sonríes…
Siento como el sol traspasa mis sentidos lentamente
acariciando cada aposento de mis adentros
embriagándolos de toda dicha, de toda emoción…
Es una sacudida que no logro controlar,
el suelo tiembla bajo los pies,
desdoblando todo mi cuerpo una y otra vez…
Haciendo añicos el encuentro…
Es un instante que parece enloquecer,
se torna frío, arrogante, inquisidor…
El mundo deja de latir…
Se apaga la luz…
Es ese momento…
Ese momento
que deshilacha sin querer las costuras de mis sentimientos
y las despedaza en ese tímido silencio
cuando te miro y las palabras son tantas por decir
y solo dos se escurren en ese vacío
que van dejando caminos en las piel
que van aprisionando huellas sin retorno
que no permite al aliento susurrar a unos labios amantes
toda la pasión que por ellos siente…
¡Pobre, loco y tonto corazón!
Es ese momento
en que el viento sopla más fuerte que nunca.
Y aunque estas a mi lado te siento muy lejos de mí.
Y aunque gritase solo llegarías a oír los tristes lamentos de mi afligida timidez
que desnuda tirita la partida del tiempo
que sin querer, una vez más se lleva ese momento…
Ese momento que ahora solo es un recuerdo…
Ese momento que sin querer hiere lo más profundo de mis ser.
Y de nuevo…
Te veo caminar con tus pasos apresurados entre el gentío,
el cielo está gris, comienza a llover,
a llover sobre mi.
Las palabras son tantas por decir
y solo dos se escurren entre los márgenes de estos versos…
¡Es ya tu ausencia! ¡Es ya mi llanto!…
Soy yo…
Atada a estas lágrimas que abrazan esta máldita inquietud…
Y camino una y otra vez hacia ti
con mis pasos quebrados
con la sonrisa amarga
y la tristeza de tu conocida marcha,
porque mi sufrida timidez y yo nunca alcanzaremos
a decir las palabras
que el corazón siente…
¡Te amo!
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MO ANAM CARA