Gonzalo Santana

La Flor

Era tan hermosa,

hermosa como esa Flor.

Sus pétalos irradiaban

por todos lados amor.

 

Siempre se iluminaba

cuando estaba al sol,

y un poco se marchitaba

con la falta de amor.

 

Todos la miraban

y la envidiaban en cada albor.

Por la forma en que brillaba

enamoraba a su alrededor.

 

Es que esa mujer que amaba

era igual que una Flor.

Enamorando con su mirada

cautivando con su color.

 

Un Principito la adoraba

porque era su Flor.

Y yo a ella la amaba

porque era mi gran amor.