Hay algo que me falta y no sé lo que es.
Algo en mi mente que no me permite avanzar.
Que me mantiene estancada, prisionera.
No hay nada peor que sentirse prisionero en tu propia mente. ¿Puedes entenderme?
Porque a veces creo no entenderme ni yo.
Hay algo que me falta y no sé lo que es.
Le lloro a ese algo como si lo tuve entre mis manos alguna vez.
¿Es posible llorarle a algo que no sabes bien lo que es o si alguna vez lo tuviste?
Lágrimas se quedan estancadas en el borde,
nunca salen, nunca se van, solo arden.
A veces creo que puedo con todo, pero abro los ojos y me doy cuenta que no puedo con nada en realidad.
Me rompo al primer golpe, como un vaso de cristal, me hago pedazos y me pierdo, así perdí alguna vez aquella pieza que me falta.
Un rompecabezas sin una pieza está incompleto, y no hay nada peor que dejar las cosas a medias, yo estoy a medias, entonces no hay nada peor que yo.
Si algún día logro encontrar la pieza y salir de este laberinto que es mi mente, la pegaré con cemento, ya no quiero volver aquí, ya no puedo, porque si vuelvo, dudo mucho encontrar la pieza otra vez.
—Limoneyes