Un triste poema que no debiera faltar en
¡LA CARTERA DE LA DAMA...
Y EL BOLSILLO DEL CABALLERO!
Una noche ingrata
cual baldón siniestro,
se entregó mansito
como en un atraco,
fue duro aceptarlo
iba a la deriva,
un paso en falso
y se murió...el flaco.
Para mi fue un cambio
que dio vuelta todo,
tantos años juntos
de noche y jolgorio
la luna es testigo
de ver con que empuje,
se abría camino
era un JUAN TENORIO.
A veces la vida
se pone fulera,
y para jodernos
nos hace perder,
a un amigo de alma
el flaco era eso,
camino muy solo
no lo puedo...creer.
Nunca fue agrandado
ni de hacer barullo,
atento cual lince
y de ojos abiertos,
en momentos bravos
si lo zamarreaba,
fue siempre un consuelo
y muro...de los lamentos.
La nostalgia me acompaña
porque siempre lo recuerdo,
lo veo como un columpio
donde contento me hamaco,
y apenas cierro los ojos
él siempre se me aparece,
lo extraño con mucha pena
a mi gran amigo...el flaco.
Fue un día, no se cuando
empezó a ponerse triste,
ya no era el juguetón
entrador y gran versero,
se fue deprimiendo de a poco
y lo sentí amargamente,
era un auto de carrera
hoy un carro...de lechero.
Lo vi infinidad de veces
exitado y muy nervioso,
le ofrecí gentil una mano
y la dos, de corazón,
también lo vi cuando entraba
como una tromba en la pista,
pedía cancha el loco
y hacía sonar...el cañón.
Te ofrezco un responso
hermano del alma,
lo tengo asumido
y ya no te espero,
pero me da bronca
que me pase esto,
si nacimos juntos
y te moriste...primero.
Boris Gold