“Soy un alma desnuda en estos versos,/ Alma desnuda, que angustiada y sola,/ Va dejando sus pétalos dispersos”. (Alfonsina Storni)
Con la piel ardiendo enrojecida
con los labios sedientos y salados
con los ojos resecos, apagados
con la mirada triste y vacía
con los pies descalzos y cansados
dejando huellas en la arena fina
te veo desde lejos Alfonsina.
Cargando las penas del pasado
el pelo por el viento despeinado
el cuerpo por las olas castigado
el alma doliente por vencida
al mar que siempre te atraía
buscando el elixir necesitado
tus pasos firmes te llevaron
cuando en octubre declinaba el día.
Dime que tu alma es la más pura
que tu espíritu indómito insolente
habita por las rocas libremente
despojado de luchas y ataduras.
Dime que eres la más fina escultura
romana, alta, bella, elegante,
soberbia como en tu poesía.
Dime que el dolor así se olvida
lavados por el agua los recuerdos
del desamor que te dejó vacía.
Dime que ahora entre corales
en el fondo del mar sigue la pluma
escribiendo tus versos y tus rimas.
Que si llega él podrá encontrarte
cual figura erguida entre la espuma
entre cielo y playa eternamente
desafiante espíritu insolente
diciendo al mar “soy Alfonsina”.