De los sueños mas grandes que tenido
y que viven perenne en mi memoria;
fue la lucha del pueblo reprimido
que alcanzara con sangre su victoria.
Ese día de un Julio muy florido
en los rostros mirábase la euforia;
por saber de que habíamos vencido
al tirano de negra trayectoria.
Más el sueño del pueblo fue destruido
y la dicha sería transitoria;
mancillando la sangre del caído;
y esperanza que fuera promisoria
en oscuro telón se ha convertido,
¡pues codicia repite aquella historia!
Autor: Aníbal Rodríguez.