Si pudiera trazar un beso,
en la geometría entre la distancia
mía con la luna,
saldría límpidamente ileso,
en demostrar tanto amor
tras el astro veloz de la fortuna.
Y de los buenos principios
que ordenaron la vida,
dónde no llueve ni hace sol;
todo cae, en su medida
todo se funde en su crisol.
Ese beso que acariciando
dura su esencia largamente,
pero imperceptible, va tocando
el espacio de mi mente.
y así se va moldeando,
en el pensamiento de la llama,
dónde nos vamos estrellando
en el cuerpo del que ama.
Si pudiera trazar un beso,
entre la extensión de mi delirio.
dónde pudiera tocar el cielo
y del jardín la rosa del lirio;
deslumbrándose la vista
con gran amor en abundancia,
de la más fuerte conquista
como amar a cierta distancia.