Abro los ojos con escasa luz
la aurora despierta y entona
se dilata el misterio del azul del cielo,
la atmósfera incendiada con los ruidos de la ciudad
anulan toda belleza del momento.
Mi respiración se detiene
oigo un música distante
florecida de campanas malvas
evocaciones ya me embriagan.
Se derrama sobre mí un bálsamo atávico
es una canción, roza como seda
por mis labios y mi pecho,
no razono, solo siento.
Mi cambiante iris contempla el vacío
mis canales dormidos se impregnan de melancolía
me pellizqué, era poesía que me sobrecogía,
se amontonan multitud de recuerdos
que en polvo se van convirtiendo
mi sangre irradia misteriosa esencia.
Mis añoranzas con esa canción
punzó mi quebranto, mitigando
ese vivir trivial de la mañana del lunes
sólo la música ocupaba el espacio
vibró el aire fresco y una sonrisa catadora
la música olvidada se convirtió en mis dominios.
¡RECUERDOS ¡
Lale Neda ©