Una memoria se esconde en el negro de su remera.
Ya no estoy allí.
El tiempo me fue resignando
o fue al revés.
Una bocanada de aire
se volvió suspiro.
Ya me han dicho, no soy buena para soltar.
Si lo intento, lo logro
solo queda un hueco,
mis vicios,
otro mal poema.
Nada para lamentar.
Días sin sobresaltos.
Lo más parecido a estar muerto.