Aleteando mi mariposa
en abanicos despliega
sus coloridas alas.
En magnas hojas
la alimenté
cobijé y amé
noche y día.
Candorosa creció mi chiquita;
exhalando su perfume
de mujercita hoy,
orgullosamente prepara
sus primeros vuelos,
por otros senderos.
Deseosa de enfrentar
y conocer al mundo nuevo.
Mi primorosa mariposa
ha sufrido metamorfosis.
Confiada abro las puertas
a su nueva libertad.
luz teresa maldonado folkerts