Olvido, tiempo y distancia
no caben en los amores
que se visten con colores
que la pasión siempre escancia.
El don de la tolerancia
por mantener los ardores,
nos ofrece resplandores
repletos de quiromancia;
y cada noche que miras
brillar el cielo glorioso,
sientes de amor su caricia.
Y con locura deliras
por ese amor tempestuoso
que de placer es primicia.
Autor: Aníbal Rodríguez.