Oh juventud, cuando te tuve,
tuve todo… ¡todo tenía!
Y la primavera, era mía,
pero divagándola anduve.
Y a pensarlo, no me detuve,
siempre lleno de algarabía.
Y el horizonte, no veía…
y en otras cosas me entretuve.
Juventud, divino tesoro
escribió el Poeta Darío;
y al recordarla, ahora lloro,
desahogando el cruel hastío.
Y el pasado, mucho lo añoro,
en un presente tan sombrío.