Tras los cristales
quedaron las legañas
del largo invierno.
Viejas cañadas,
montañas renegridas
y viejos montes.
Todo se anima,
cobrando nuevas fuerzas
y colorido.
Vuelan las aves,
que anuncian, muy contentas,
\"la primavera\"
El sol se alarga
y crecen más los días
muy poco a poco.
Y tú lo observas,
ves vida que palpita
y te estremeces.
La vida es esto
un cambio de estaciones
constantemente.
Atrás se quedan
las nieves y el invierno
que funde el sol.
Y esa caricia
despierta entre tus labios
una sonrisa.
Rafael Sánchez Ortega ©
18/08/21