Se detuvo todo por una vuelta entera del universo
lo que duró mi despertar
melancólico escribo desde la difícil comodidad de mi cama
con los brazos doloridos de tanto levantar el peso de mi tristeza
de mis decisiones
¿Quién sabrá el valor de lo que he dicho hasta ahora?
Sabemos ambos lo que el destino nos deja ver en sueños
aún así no puede ocurrir nada
y mientras espero, recuerdo, me mato
me quemo
me desaparezco
ya no floto
solo me dejo deslizar por la lluvia
tirado en el pavimento
de la más precaria población
en tu corazón.