Matias 01

¡TODO ACABA…!

¡Todo acaba! -me dices- muy segura

Y yo estoy rendido,

encima del gozo, con mis harapos

felices hasta mis raíces.

¡No es amor! -me dices- y tus ojos brillan

calcinando mi inocencia.

Tu piel de agua, de los ríos dulces

y escondidos, tus pies de flores juntándose

con mis piernas, estrechandose al lado mío,

que voy ardiendo como leña….!!

 

¡No es correcto! -me repites- y tus labios

beben de las escaramuzas

húmedas del aire que nos aprieta,

de la risa que escapa,

en la tarde encrespada

a la altura de tu rostro, avivando

en tu boca una ternura que embriaga

como un pezón de vino.

 

¡Yo no lo sé, pero es ella!

Como una flor furtiva

que en el horizonte se abre y sonríe,

bailando con sus ojos

de veinte años, incendiando el sueño,

moviendo todas las vestiduras

de mi ceguera. 

¡No sé si es amor y no se la diferencia!

Solo sé que es una grata cruz

que clava sus áureas hostias

en mi corazón.