Huraño como la boca de los metros
Trasciendo el apagón del sol naciente,
Me olvido de las calles , que no anduve,
Y miro la esperanza en un cartel.
Soñé que Dios narraba historias
Sentado junto al fuego en plena noche.
Soñé con los jazmines de la Luna
Y fui feliz aullando en su otro lado.
Después de todo no hace tanto
De la gran guerra y el tratado de Versalles,
Allí parieron los franceses el nazismo
En un vagón” la mar” de decorado.
Y lleva un alemán nacido en Múnich
Un carro repleto de billetes
Son un millón de marcos,
Y así compra una pieza de pan…
De vuelta al sótano…
Donde paga un alquiler a Dostoievski,
Y beben aguardiente del Alosno,
Y escuchan a Toronjo por fandangos
Y mientras en Berlín los cabarets
Ofrecen de la historia su adelanto,
Y jóvenes que son de la S. A.
Alternan con muchachos de otros bandos,
Hubieron de morir, cosas de Himmler…
Y los Polacos atacan a los Panzers a caballo;
Bendita sea la paz de los establos,
Bendito sea el subsuelo en Leningrado,
Allí los soviets murieron defendiendo
Las puertas del averno…tan callados.
Paco José González