josesoliatrio

¿Quién es ella?

Sus ojos pintan de azul
la tarde gris de mi existencia;
borran ausencias,
rebasan miedos,
despiertan ilusiones;
se espantan esperas infinitas
con una sola mirada suya.

Basta un parpadeo
para remover mis torbellinos,
y creer que el horizonte es conquistable
que puedo desafiar al viento,
darle calor al sol
y atrapar al relámpago entre mis dedos.

Sus manos amasan esperanza
y tejen sueños colectivos, 
rozan el viento de la tarde, 
acomodan las nubes pintadas de sol
para darle la magia que contemplo absorto.

Sus manos tocan mi alma
y mis labios, 
acaban con la caricia fría, 
limpian mi rostro cargado de llanto
casi infinito en inútiles afanes, 
desgastado en desvelos y distancias,
cercado por efímeras promesas. 

Su pelo es el mar agitado
el bosque, refugio de vida, 
es el encanto y desconcierto, 
la certeza de acabar enredado
o arropado en ternura y complicidad.

Sus labios, no lo sé. 
Son el refugio de mis deseos, 
el horizonte que se acerca, 
la noche de luna y estrellas. 
Son la llovizna fresca
en mis días de sol ardiente, 
la palabra y el grito
por la libertad anhelada y peleada, 
arrebatada y desterrada. 

Sus labios son la entrada 
al insondable universo del instante, 
la eternidad fugaz de un beso, 
de un aliento,
de la canción y el verso
el néctar, 
la sal, 
el inefable arder
de la hoguera.