Llevemos flores
y en ellas la esperanza
y la alegría.
Flores de mayo,
lejanas primaveras
y aún cercanas.
Flores de agosto
con luces y con sombras
del fiel verano.
Llevemos flores
al lecho en que descansa
ya tu recuerdo.
Porque estas flores
contienen las sonrisas
y los suspiros.
Esos que siempre
llegaban a tus ojos
de nuestros labios.
Llevemos flores,
sin miedo ni vergüenza,
con el cariño.
Ese que, antaño.
venía hasta nosotros
desde tus manos.
Hoy, estas flores,
con lágrimas y besos,
te pertenecen.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/08/21