No mas remolacha en el culo
no mas niñas engreídas
no mas sexo con SIDA
no mas tiranías mentales...
La balaustrada de mis pensamientos
se entremezclaba al resarcir de los monumentos
clérigo moribundo atardecer
para consubstancializar la maldad en ternura y razón elevada
de los óceanos furiosos donde nadan desnudas las madres
ahí mismo me ahogué hasta el delirio
al caer en la cuenta que no eran aguas
eran orines ácidos y dulzones...
Las cosas se acomodan
no caben certezas en momentos de borrachera por la estática energética entre la luna y La Tierra,
asi deberíamos cagar
junto a la Torá y a la Biblia,
y sellar nuestra suerte saludando a los negros de Suiza y a los indios de Rusia
y a los burgueses de Haití
ahí
para reflexionar acerca de
los delirios de Jesucristo