Paisajes-.
Me quitaron de repente el paisaje.
Titubearon dejando de lejos parajes.
Me llevaron donde rozan las tibias.
Donde los brazos cruzados por cima
de las inútiles pantorrillas.
Cesaron de súbito, los carteles de
bienvenida. Las expresiones de júbilo
se marcharon por donde habían venido.
Desearon mi muerte, masacrando con piedras,
al niño de la peste. Inundaron mi casa
de vértebras y huesos carcomidos.
Se escuchó el ruido de la tormenta.
Hasta el arcoiris pereció en el incendio-.
©