Cuando te hube conocido, muy ayer
Pensé que el mundo si existía…amando.
Tan dulce allí el jazmín yo vi crecer,
Y fuimos sin querer la paz gritando,
Y aniquilamos felices,¡ era querer…!,
Y mi mente y mi cuerpo iban temblando
Camino de las calles del ensueño,
Y huyó la sin razón, sí, era el empeño.
Flores del bien brotaron en mi alma.
Tardes de lluvia murieron al nacer.
Y la mar halló en ti libre su calma…
¡ los nihilistas volvieron a creer!,
Se encendió el árbol de las almas
Y en el amor brotó el amanecer.
Y nunca una herida sangró tanto.
Y entregamos el tiempo al puro canto.
Paco José González