Te veo bailar.
Te veo bailar
en aquel secreto bar,
en la dulce oscuridad
que inunda nuestra velada.
Te vi bailando
de embriaguez y gozo
con un ensordecedor murmullo
de música y llanto.
Te contemplo desde lejos
del sublime deseo,
en el fondo desde lo intenso
y con un bello lamento.
En el baño de mujeres
floreció tu verdadero ser
cuando bailando te observe
y en tu querer me inunde.