El pueblo vive a capricho,
Siempre es muy convenenciero,
Por regalitos austeros
Cree en cuán le han prometido;
Siempre su trato es fingido,
Se vende al mejor cuatrero,
Y puede ser traicionero
Si otro tiene, mejor dicho;
Y cuando todo fracasa,
Nunca el pueblo aceptará
Que su inconsciencia rebasa
El gran don de razonar:
Todo el pastel despedaza,
Luego se pone a llorar…