Freddy Kalvo

Los gatos y el pajarraco

Dos gatos pardos maullaron

llegando la madrugada

y en esa noche nublada

solo sus ojos brillaron.

Y maullaron o lloraron,

sabrán ellos qué sentían

porque asustados veían

sobre aquel tétrico techo;

quizá, había algo al acecho,

y lo peor presentían.

 

La luna con brillo opaco

en fase cuarto menguante

salió por un solo instante

presagiando algo bellaco.

Y voló aquel pajarraco

con sus alas extendidas

porque eran su salvavidas

del ataque de felinos

con sus colmillos muy finos

y sus garras aguerridas.

 

Y los gatos se asustaron

al ver volar aquella ave

y su canto fue la clave

porque los gatos saltaron.

Pero nunca la atraparon,

aunque hicieron gran hazaña

porque, siendo un ave extraña,

voló y voló hacia el poniente,

saliendo el sol al oriente

sobre una espesa montaña.

 

¿Cuál será la moraleja

del cuento que tú has leído?

¡Nunca vivas distraído,

que la vida es muy compleja!

Hoy el cuento te aconseja:

«No te fíes de los gatos.

Sus instintos y arrebatos,

son los de tigres hambrientos.

Buscan sus propios sustentos,

aunque sean pelagatos»