La luz que no se usa
ya no calienta,
los ojos ciegos de vetustos alfileres
y de añoranzas.
La luz que no se usa
molesta,
deja a oscuras el alma.
La luz que no se usa,
No tiene sombra,
ni deslumbra.
La esperanza viste de blanco entre la penumbra,
y tiene cuerpo,
tu contorno etéreo,
tus labios gruesos.
La luz que no se usa,
se suicida entre los ventanales del frío invierno.