Dicen que los ojos reflejan el alma,
en los tuyos he visto que se difracta el sol.
Me atrevo a mirarlos, busco una respuesta,
la mirada tienta con violetas aguas, que parecen mansas,
pero no lo son.
Transita una nube, y se arremolinan,
presagian tormenta con gris tornasol.
Se ennegrece el iris,
se abrazan y besan, allá en la retina,
la lluvia y el sol.
La mácula exhibe hermoso arcoiris, percibo muy adentro, rojo resplandor. Bajo mi mirada, ya tengo contesta.
¡He visto tu alma con la difracción!
La verdad me duele. Tus ojos no engañan.
Ya sé que de tu alma, la dueña no soy.