Es ella.
A veces tan complicada y
obsesiva;
como un río que te lleva al
mar
entre bravuras y tormentas,
pero siempre a la deriva.
Pero es ella.
Como un canto que se pierde
en la lejanía,
como un arcoiris que se
pierde en nuevos chubascos;
tan indecisa como la
mañana,
que está entre noche y día,
y aun así, tan bella como este
canto
que solo en su piel es poesía.
Y aun así la amo por el simple
hecho de ser
solamente Ella.