Caminando mis caminos
en retroceso forzado,
redescubro con sorpresa
que gota a gota la vida
muchísimo me ha dejado.
Poco le debo al destino,
que poco me ha destinado.
He sido lo que he querido
aceptando las ofertas
rechazando los regalos
si mis caminos no quedan
con límites bien marcados.
Dormir tranquilo me basta,
nada le debo al prestado;
nada le debo a los dioses
que no les haya pagado
con monedas registradas
y con versos que he soñado.
Todo le debo a la vida
por vivir enamorado.
Mis plantas han caminado
siguiendo el camino recto
que trazaron mis ancestros
y mis padres me enseñaron.
Solo le debo a la muerte,
por darme tan larga vida
y cuidar que mis caminos
no tengan muchas espinas
y enemigos en acecho
ocultos en precipicios
con vientos huracanados.
Si alguna deuda he tenido
que mi memoria ha borrado,
lamento haberlo olvidado.
Pero tengo manos limpias,
Limpias tengo las manos.
Con ellas he escrito libros
y con ellas he pagado.
Y a esta altura de la vida,
Mirando desde la cima
el pasado acumulado,
hoy camino mis caminos
en retroceso forzado,
y redescubro con sorpresa
que gota a gota la vida
muchísimo me ha dejado.
Frank Calle (23/ nov/2021)