Acepte tu invitación…
con cierta desconfianza,
prometiste fascinación y aventuras,
viajar sin nada.
sin equipaje ni cargas, solo la emoción de volar.
Andar tus caminos, cargados de sol y luna
amplios espacios, y rincones donde soltar nuestra locura.
Abdico ante a ti mis rebeldías… Recorro tu piel con mis besos,
siento mi sangre golpear vertiginosa en mis sienes.
Vientos bravíos dominan mi existencia doblegando mis fuerzas,
hasta deshacerme en tus brazos; sin resistencia,
dejarme llevar en sueños de éxtasis y quimeras.
Dormir en ti quiero acurrucada en tu pecho ilusionada que este viaje …
¡¡¡No termine jamás!!!