Dos corazones se unen como dos sustancias simples,
se diluyen o combinan según sean las condiciones,
si son óptimas, reaccionan.
Se liberará energía, siempre en forma de calor,
se consumen y transforman en un nuevo corazón,
que conserva las esencias iniciales de aquella combinación.
Si una se extingue completa, limita a la reacción.
La otra se queda en exceso,
puede verse involucrada en un nuevo proceso,
puede tener nueva unión,
siempre que se separe, antes,
por decantación.