Muchas personas creen que hacer el amor solo se trata de un arranque de ropas que vuelen por los aires. Creen que solo basta el desnudo total del cuerpo para combinarlo con el sudor que de vez en cuando nos place.
Si supieran ellos que se equivocan.
Si supieran ellos que hacer el amor es mucho más que desnudar el cuerpo; es desnudar el alma, dejándola en pos de quien nos ame.
Hacer el amor es entregar el corazón aun sabiendo que talvez lo dañen;
hacer el amor es escribir un verso en piel de forma infinita, comenzando en unas caricias y terminando en unos cuantos “te amo\".
Hacer el amor es creer en fantasías que quizá nunca de cumplirlas se trate, por el simple hecho de que estemos disfrutando junto a ese ser que nos ame.
Hacer el amor es vivir esas fantasías, transformarlas en poemas, apartarlas lejos de nuestra rebeldía y convertir de vez en cuando, nuestra alegría en pena.
Hacer el amor es querer que nos destrocen el alma tan solo por unos minutos siquiera; compartir alegrías en nuestra cama hasta despertar al amanecer tras una noche eterna.