Trina y trina el ruiseñor
y en su trino se desgrana
el fulgor de la mañana
con magnífico esplendor.
Con arte de trovador
a su rosa tan ufana,
de manera muy galana
el le confiesa su amor.
Le dice al amanecer
todo lo que está sintiendo;
con su trino sin igual.
¡Y yo canto a la mujer;
sus figuras esculpiendo
con mi verso tropical.
Autor: Aníbal Rodríuez.