Mauro Enrique Lopez Z.

Mujer con malos vicios

Me iba a descansar temprano para 

dormir plácidamente, pero ella 

siempre me despertaba a media 

noche con su llamada hasta mi 

teléfono lo dejaba en silencio, que 

mujer fastidiosa la hechaba de casa 

porque solo pasaba de farra en farra 

y como bebía, tuve que cambiarme 

de casa para no tener su vicios  

que pena con ella que en un hospital 

está ya no tiene remedio ahora con 

quién andaba en sus andanzas no 

tiene una visita; yo como le suplicaba 

que dejara su males para que tuviéramos 

un gran amor conmigo ella siempre me 

reprochaba hoy solo le ruego a Dios 

que le calme sus dolores y como se 

arrepiente, pero yo no puedo hacer nada 

porque el que mal anda, mal acaba.