Hablar del sueño, prisionero, ¿puedes?.
Sincrético ejemplar de la palabra,
Como dunas cubridoras de lo amado…
tan sencillo, que anuncian, en lentitud,
su afán por regalar vida al olvido.
En su tañer oíanse campanadas a muerto:
“dig don.. dig don “. las manos de aquel niño
Aun tiemblan en el vivir … ¿y su sentido?.
Espectador primero de los fuegos cromados,
En la plaza de arena, festival, Campo Santo,
Y la Santa compaña me pidió cinco euros…
Que barato se cobra la sutil papeleta de sitio,
Procesión obligada… van camino del mar,
A la Punta Sombría , yo te llevo en mis brazos,
Son pinturas de guerra hacia mí y mi sustrato.
Plañideras muy pop se retuercen llorando
En el entierro… ¿Dónde el entierro?,
Ya la tierra murió, nuestro rey es el mármol,
Compliquemos las cosas, nunca más vasallaje,
Nunca más el postrarse de hinojos ,
muerte, muerte quebrante…
Y se oye en la noche del silencio su canto,
Viva el Sol ,y sus huestes … ya suena , mi pena,
El que viene afilando…un silbido , que ruge
En los huecos cerrados, los lugares del alma,
Donde habitan las pruebas de la irá y el odio,
De las perlas compradas …y los besos robados.
Paco José González