En un camino, perdido,
sin rumbo para seguir,
siento mi pecho morir:
sin ella perdió el sentido;
solitario, adolorido,
jamás aprendió a vivir,
sin esa fuerza de sentir
ese apoyo tan querido;
y aquí yace agonizando,
entre nostalgia y dolor,
solamente recordando
a quien le arrancó su amor:
firme, siempre soportando,
la herida en su corazón...