Te vi sumergirte de a poco
en el abismo de tus sueños
absurdos, desmedidos...
Y yo observando tu caída...
¿Qué podía hacer
más que mirarte?
Sí extendí mi mano
y no la tomaste.
Te llamé a los gritos
y no me escuchaste.
Susurré a tu oído
y me ignoraste.
¡Me rechazaste!
¡Me humillaste!
¡ME CRUCIFICASTE!
¿Qué fue lo que hice mal?
Te di libertad ...
te encadenaste.
Te di inteligencia...
la mal usaste.
Te di sensibilidad...
más te burlaste
del pobre, del ignorante
y no ayudaste
a quien necesitó de ti.
Te ofrecí la paz...
y guerras fabricaste.
Un mundo a compartir...
lo acaparaste.
¿Qué puedo hacer ahora
para acercarte?
Para que me busques...
para que me encuentres...
¿A quién puedo acudir
sino tengo a quién rezarle?
No me queda más que esperarte
y rogar que comprendas que
NO HAY NADA EN ESTE MUNDO
MÁS IMPORTANTE QUE EL AMOR
que de él naciste
y hacia él debes ir...
que todo lo demás
es superfluo y efímero.
Será recién entonces
que habrás encontrado el camino...
el único, el verdadero...
el que te traerá a mi.
Firma:
Dios (Jehová, Alá, Yahveh,
Trimurti, Buda, Kami, Él,
Eloah, Adonal, Elohim, Hashem,
Shejiná...o como quieras llamarlo)