Se acabaron esos amaneceres donde mi despertar era tu mirada, ahora sólo quedaron horas de desorden, de pasiones descontroladas, tan solo quedó el deseo porque el amor se fue como se va el tiempo.
Perdimos tanto siendo pareja, perdimos horas pensando en que éramos una familia completa, perdimos la grandeza de la palabra amor, aunque no se si la tuvimos, porque a la hora de entregarnos, solo era el deseo por darnos pasión.
Fui tu esposo y ahora el amante, no quisiste mi amor, pero si como te desvisto, de una manera apasionantemente salvaje, que curioso porque así te lo hacía, solo que ahora disfrutas aún más, del pecado inquietante.
Somos fuego y lava, nos convertimos en volcán cuando nuestros cuerpos hablan, ese choque de la olas del mar avivan nuestros pensamientos retorcidos, te veo y me vez y el sexo se convierte en nuestro grandísimo delito.
Henry Ruiz
24 DE NOVIEMBRE 2021
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