Soy las estrellas que ves por la noche,
y el calor que desprende tu cuerpo,
la necesidad de tus labios
y la de tus pensamientos.
Soy la intensidad de la marea,
la forma de las olas,
la dueña del océano en tus ojos
y de la corriente que navega en tus recuerdos.
Soy el despliegue de las nubes,
el horizonte que desean tocar tus manos,
soy la lluvia que inunda tus mejillas
y el martirio que sofoca tu aliento,
soy las caricias de tus dedos
y el afán de tu tormenta.
Soy de todas, al final de cuentas, el mismo cielo.