Brillan tus ojos en la oscuridad de la noche
Y escriben versos, con luces de espejismos
Regresa la poesía, de amantes inocentes
Recostados al pecho, creando profecías
Inventando idiomas de mujer y hombre
Transmutando en prosas
Brilla tu mirada de mujer anochecida
Dormida, con su lirismo de fantasía
Abandonada a la caricia que humedece el vientre
Que amamanta ingenua la pasión y el deseo
Con sus pechos de Dríada como flores blancas
Brillan tus pupilas de Bastet en la intensidad oscura
Engendrando estrellas de mujer y hombre
De amantes y Dioses, de pecadores y santos
Brillan despiertas como fiera dormida
Como hembra y macho que en la oscuridad se entregan
Brillan tus ojos, brilla tu piel como refracción del alma