Me empapo del azul cielo,
Que Habita diurno sin estrellas,
Se van acallando los benteveo
Que posan en la tapia como centinelas.
Es una orquesta el cantar De los grillos,
Dulce serenata detrás de cada estribillo.
Una canción apresurada
Una bajada de telón el atardecer amarillo.
Qué sencilla es la vida de los pajaritos,
Qué efimera y tranquila,
Esperan nada y no conocen el orgullo,
Se empapan como yo de las chispas
Del cielo escurridizo .